Cuando hace mucho calor
te conecto enamorado
y me quitas el ardor,
mi aire acondicionado.
Soplas un suave fresquito
en mi nuca agradecida
y me como un huevo frito
mientras me salvas la vida.
Todos sudan en la calle
y yo sigo refugiado
porque tienes el detalle
de continuar a mi lado.
El amor no es lo que era:
antes lo daba la gente.
Ahora te desespera
o te deja indiferente.
Excepto el tuyo, mi cielo,
aparatejo excelente.
Sabes mimarme con celo
cuidándome cuerpo y mente.
Sigue por siempre conmigo,
invento del siglo veinte.
En mí tienes un amigo
de entusiasmo efervescente.