¿Qué tal si hacemos que los banqueros devuelvan el dinero que les hemos dado? ¿Qué tal si exigimos un impuesto sobre transacciones financieras que pare a todos los que especulan? ¿Qué tal un impuesto sobre la renta del 90% para el 1% de gente rica? ¿Y un impuesto de sucesionesdel 90% sobre todo lo que pase del millón de libras? Acabemos con la evasión de impuestos: todo el mundo es igual ante la ley. ¿Qué tal un salario mínimo decente para todo el mundo? ¿Podríamos acabar con el monopolio que tienen los multimillonarios en la prensa? Nadie debería ser el dueño de más del 49% de un periódico. ¿Qué tal si cambiamos las leyes societarias que ahora permiten radicar los negocios en paraísos fiscales? Todas las empresas deberían tener trabajadores, consumidores y miembros de la comunidad representados en sus consejos de administración. Todos los trabajadores deberían tener acciones de las empresas para las que trabajan. El sueldo de los jefes y de los empleados deberían estar relacionados y decidirse entre una muestra representativa de trabajadores de la empresa. Tenemos que darle a la gente el tiempo y el espacio para que puedan unirse en comunidades y proyectos compartidos. El cambio es posible y puede suceder rápidamente. En los 80 vivimos una revolución secreta para el 1% de ricos. Ahora necesitamos una revolución para todos los demás.
Russell Brand, The Emperor's New Clothes, 2015.